De la conciencia de la sociedad civil sale su defensa de la igualdad frente a las injusticias; la transparencia frente a la corrupción; la defensa de la libertad individual y de los derechos de los individuos; la exigencia de procesos electorales libres; incentivar la promoción del conocimiento y los avances; la defensa de los derechos humanos; defensa de la seguridad jurídica frente a las arbitrariedades. Es valor de la sociedad civil promover el control ético frente al estado y la sociedad a la que pertenece.
La fuerza y vitalidad de la sociedad civil nace de esta conciencia, que si no se arraiga culturalmente en los individuos no se traslada a la vitalidad de la sociedad. Son estos valores de la sociedad civil los que le dan una función protagonista en el mundo. Son valores propios en la sociedad libre, y ese es el modelo que vigila, defiende, y promueve la sociedad civil, sin dejarse invadir por las teorías y prácticas antiéticas o inmorales.
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